domingo, 25 de mayo de 2014

Capitulo 16


Papá conducía por la carretera como si fuera meteoro, yo iba cada vez más asustada y preocupada.
-Peter ¿Sabes a dónde vamos? –Le pregunté ya que no él parecía muy seguro.
-Por supuesto que lo sé. –Jamás había visto a mi padre tan enojado, creo que era una mezcla entre preocupación, ira y celos, la situación no era la correcta pero aportó grandes avances a mi misión.

Papá se detuvo en el mirador de Wall-North, conocido como Kisses & another stuffs gracias a los adolescentes que venían a besuquearse y a hacer otras cosas aquí. Efectivamente había solo un auto en estacionado allí. Papá se bajó, ya conocía el auto, era el de Amadeo. Se bajó con los puños apretados y pisando fuerte, su mirada era sombría, estaba más que enojado; furioso.
Se acercó al auto y abrió la puerta del conductor y sacó a Amadeo de este, lo presionó contra el Auto y le gritó en la cara-: ¿Dónde está mi Lali? –Le gritó.
-¿Peter? ¿Qué haces? –Mamá salió del auto, del asiento del acompañante. Papá soltó a Amadeo y corrió hasta ella.
-¿Estás bien? ¿No te hizo daño? –Le revisó las muñecas, la cara y el cuello en busca de tal vez algunas marcas e indicios de forcejeo. Se giró hacia Amadeo y lo enfrentó.
-Más te vale que no te hayas atrevido a tocarla, idiota. –Amenazó papá.
-Escucha Lanzani, he cambiado, yo no tocaría nunca a Lali, no le haría daño, es mi amiga y más que eso. –Papá rió cínicamente.
-No te creo ni media palabra idiota. –Papá estaba listo para atacar pero mamá no se lo permitió.
-Peter, es cierto, él me lo explicó todo, fue a una clínica de rehabilitación, él ha cambiado. –Mamá le dio esa mirada, es mirada de “Confía en mí” y él respiró profundo y asintió. Miró a Amadeo. Este le sonrió.
-Aun no confío en ti. Sube al auto Lali, te llevaré a casa. –Yo me moví al asiento trasero pero mamá no entró.
-Déjame despedirme aunque sea. –Se cruzó de brazos. Papá la miró, ella estaba un tanto molesta.
-Bien, no te tardes. –Papá volvió al auto, seguía con el ceño fruncido.
Mamá se acercó a Benjamin, parecía estar disculpándose, una vez que terminaron de hablar Benjamin se aceró a ella y plantó un beso en su mejilla mientras la abrazaba. Papá ante la imagen hizo sonar la bocina del auto.
-¡Suéltala Amadeo! –Gritó algo enojado, yo me reí.
-Estás celoso. –Canturreé burlonamente.
-No lo estoy, solo la protejo. –Me dijo serio.
-Aja, si claro. –Dije con sarcasmo.
-Ya basta, cállate que ahí viene. –Mamá entró en el auto y papá arrancó. Esta vez el recorrido fue mucho más calmado, ninguno de los dos decía nada y la tensión se podía cortar con un dedo.

Papá estacionó el auto frente a la casa, mamá desabrochó el cinturón de seguridad tan pronto como el auto paró y se disponía a salir.
-Espera Lali. –Suplicó papá.
-¿Qué? –Preguntó seca.
-¿No quieres hablar de lo que acaba de pasar? –Preguntó.
-¿Hablar? ¿Sobre qué? ¿Sobre cómo me hiciste una escenita de hermano mayor sobreprotector con un chico muy lindo, lo golpeaste y lastimaste, luego me besaste, te dije que no quería salir herida por ti y luego me heriste bailando con una zorra, y cuando Benjamin se ofreció a consolarme tú fuiste y armaste otra escenita? No gracias, creo que todo ha quedado muy claro, eres el mismo idiota de siempre.
-Pero así te gusto ¿cierto? –Dijo papá con aire de superioridad, mamá soltó un gruñido y azotó la puerta del auto- ¡Que sexy eres gatita! –Le gritó solo para hacerla enojar.
-¿Ya no estás molesto? –Le pregunté.
-No, yo le gusto y le importo, eso no puede negarlo, pero se ve linda cuando lo intenta. Y creo que reaccioné como un tonto, ella tiene razón. –Pase una mano en su hombro.
-Sí, una cosa que aprenderás rápido es que ella siempre tiene la razón, así no la tenga, decirle a ella que no es como arrancarles los bigotes a un gatito. –Él me sonrió.
-Gracias por el consejo.
-De nada. ¿Qué harás ahora?
-Iré a casa y soñaré con Lali -Soltó un suspiro. Sonreí.
-No, me refiero a que harás ahora con Lali, seguirás tratando. –Él sonrió mirando hacia adelante, con una mano sosteniendo sus rulos.
-Sí, ella cree que se libró de mí, pero no sabe lo que le espera. Te diré algo, ella tiene esa cara angelical y ese aire inocente pero es toda una chica mala, estoy seguro. –Me reí.
-¿Estás borracho todavía? –Le pregunté.
-Un poco, pero puedo conducir hasta mi casa, está cerca. –asentí.
-Claro, adiós. –Le dije y me bajé del auto. Él arrancó en cuanto entré a la casa. Subí las escaleras con cuidado, ya era muy tarde y no quería despertar a mis abuelos. Cuando llegué a la habitación mamá ya se había cambiado.
-¿Qué estabas haciendo con Peter en el auto? –Me preguntó cuando entré.
-Oh yo estaba estresada por todo este ajetreo del violador, él se ofreció y tuvimos uno rápido en el auto. –La golpeé con el puño en el brazo- ¿Tú qué crees? Hablando de ti.
-¿Qué te dijo sobre mí? –Reí.
-Que eres una chica mala. –Bajó la cabeza.
-Lamento haberlos preocupado. –La abracé.
-Si me preocupaste, no lo vuelvas a hacer o al menos deja una nota. –ella soltó una risa mientras la abrazaba, ¿Qué sería de mí sin esta mujer?

Continuara..........

Capitulo 15


Todo iba bien, el beso era seguro el más romántico de la vida de mis padres, y amaba ese beso, aunque no lo estuviera dando yo. Pero algo pasó.
Mamá puso una mano en su pecho y lo empujó hacia atrás.
-No Peter. –Dijo con pesar y algunas lágrimas que rodaban por sus mejillas.
-¿Por qué? –Preguntó serio- ¿Acaso no te gusto? –Alzó la voz- ¿Acaso quieres regresar con el violador? –Preguntó dolido.
-No. –Mamá tapó sus ojos con sus manos mientras las lágrimas salían.
-¿Por qué lloras? –Se acercó a ella- No llores, no me gusta que llores. –La abrazó.
-No quiero salir contigo ¿sí? –Lo alejó de manera agresiva- No quiero tus besos, no tus abrazos, ni tus ridículos halagos. No quiero volver a verte Peter, te odio.
Ella se levantó del piso y huyó de allí. Miré a Ronda a mi lado quien me miraba con tristeza, yo solté unas lágrimas y de pronto ocurrió; Ya no recordaba casi nada de mi infancia, los viajes a la casa de la abuela, las visitas esporádicas de papá, ya no estaban en mi memoria, es decir, sabía que había pasado pero la imagen en mi mente se había borrado, ya no quedaba casi nada.
-¿Cuándo es el baile? –Pregunté con la mirada ida.
-El viernes, tienes una semana para unir a tus padres, para que se den ese beso en el baile o desaparecerás de la faz de la tierra. Y tus padres tomarán caminos separados. –Mi corazón se volvió diminutos cuando oí esas palabras. ¿Caminos separados? Casi todo mi existencia tuvieron caminos separados, y eran infelices, cuando están juntos puedo sentir la alegría, la atracción, esas sonrisas disimuladas cuando se miran el uno al otro sin que se den cuenta.
Eso es amor, maldita sea, de ese amor nací yo, de ese amor estoy hecha y estoy cien por ciento segura de que ese amor existe, dondequiera que esté, sé que existe en esta y la otra realidad presente-futuro, sé que mi padre ama a mi madre por como la mira cada vez que ella se voltea, la desea todavía y lo sé. Y ella a él por cómo se preocupa cuando no aparece y no llama, sé que ella lo ama y la desea igual.

Salí corriendo de la sala en busca de mi padre y lo encontré en el mismo lugar donde lo había dejado mi padre.
-¿Qué pasó? –Él pasó su mano por sus rulos, su cara estaba roja de ira.
-Nada, nada pasó. –Dijo secó y se levantó. Salió de allí con calma, como si nada hubiera pasado.
-¡Peter! –Lo perseguí. Él se detuvo en seco y se giró a verme, sus ojos verdes ahora eran oscuros, el más oscuro verde que he visto, estaba furioso.
-¡Déjame en paz! No quiero verte a ti tampoco… me recuerdas a ella. –Solo dijo eso y se fue. Yo me quedé allí, sintiéndome derrotada. Había fracasado hasta intentando salvar mi propia existencia, y ni siquiera mi padre quería verme.

Bajé cabizbaja en busca de mamá, la música era fuerte pero a mí no me afectaba, solo podía oír en mi cabeza a mi mamá diciéndole a papá que lo odiaba.
Llegué a la barra donde se encontraba Nico susurrándole cosas al oído a Euge y Agus se encontraba solo, lo que era raro.
-¿Han visto a Lali? –Pregunté. Todos me apuntaron al sofá del fondo, ella se encontraba abrazando sus rodillas sobre este, no se veía triste, ni cansada, solo estaba allí, inexpresiva, mirando a un punto muerto. Me acerqué y me senté a su lado.
-Hola. –Dije. Ella me miró con una sonrisa como si no hubiera pasado nada- ¿Qué tal la fiesta? –Ella miró a la pista.
-Todo bien. –Sus palabras sonaron como una gran mentira pero me quedé con ella por el simple hecho de que ella no sabe quién soy.

Entre la multitud que se aglomeraba en la pista estaba papá, mi ira aumentó al ver con quien bailaba. No puedo creer que se puso furioso porque mamá salió huyendo y tan rápido lo olvidó y vino a meterle mano a una morena de piernas largas. De pronto, alguien se sentó al lado de mamá.
-¿Lo ves Lali? Te dije que Peter siempre ha sido y siempre será el mismo. Tranquila nena, eres una víctima igual que yo. –Dijo Mariela poniendo una mano en el hombro de mamá. Esta la miró y salió corriendo de allí sin darme tiempo de seguirla, se perdió entre la gente, no la veía. Me giré hasta Mariela y la miré con desprecio.
-¡Eres una zorra! ¡Maldita zorra-destruye-vidas! –Le grité con todas mis fuerzas. Ella y sus estúpidas amigas solo se rieron de mí y se fueron haciendo comentarios ofensivos. Yo me metí entre el tumulto de gente que bailaba en el centro de la pista y logré ver a mamá, saliendo por la puerta principal ¡con Amadeo! ¡Oh no! No, no, no, no. Esto es malo, muy malo ¿Es que acaso es sorda?
Corrí a donde estaba mi padre y aparté a la zorra que bailaba con él de los pelos.
-¿Qué te pasa? –Me gritó, ya estaba medio borracho.
-¡Lali! ¡Se fue con Amadeo! –Se mostraba sorprendido y a la vez preocupado pero más que todo; furioso.
-¿Qué ella qué? –Gritó. Corriendo se dirigió a la puerta y salió disparado hacia su auto. –Llama a la policía. –Me lanzó su celular.
-Espera, tengo que ir contigo. –dije abriendo la puerta del copiloto.
-No, puede ser peligroso. –Me gritó. Me metí en el auto y cerré la puerta de un golpe.
-¡No me importa! Es… es mi amiga la que está en peligro. –salvé rápido. Él arrancó el auto y pisó el pedal a fondo. Yo no sabía quién estaba más preocupado, si él o yo.

Continuara..........

Capitulo 14


Mamá cerró la puerta por completo por lo que no podía ver nada, ni siquiera escuchar. Resoplé enojada, tenía que saber.

-Allegra. –Oí la voz de Ronda en mi oído- Vengo a salvarte el día, vamos. –Tomó mi mano y me metió a una habitación que se encontraba frente al baño. Estaba oscura y no podía ver nada hasta que una luz se encendió, era una especie de sala de proyección, las partículas volaban en medio de la luz que producía el proyector, me senté en uno de los asientos que parecían los de un cine, Ronda se sentó a mi lado.

-¿Palomitas? –Me alargó un cuenco con palomitas de maíz. Negué con la cabeza.

-No gracias. –Le dije, ella se encogió de hombros y las regresó sobre su regazo.

-Tú te lo pierdes. –Reí y de pronto en la pantalla se manifestó la imagen de mis padres en el baño.

Mamá pasaba un pañuelo por la cara de papá limpiando la sangre. Él no decía nada, solo la miraba directo a los ojos pero ella ignoraba su mirada, estaba arrodillada frente a él, sentado en un pequeño banco.

-¿Por qué hiciste eso? –Preguntó mamá.

-Estabas en peligro estando con él. –Dijo con un tono sincero.

-¿Por qué te preocupaba? –Ella seguía en su trabajo.

-No lo sé, solo lo hacía. –Hizo una pausa- ¿Sabes? No dejo de pensar en nuestro beso y lo mucho que quiero repetirlo. –Mamá se detuvo y lo miró a los ojos. Sus mejillas se ruborizaron y por su cara me di cuenta; él le gustaba, no podría negarlo, le gustaba, era culpable sin atenuantes- Me encanta hacerte sonrojar. –Le dijo. Soltó una pequeña risita que terminó en un quejido de dolor. Papá se tocó las costillas.

-Oh. Se puso sobre ti, tal vez te lastimó. Quítate la camisa –Ordenó mamá. Papá la miró con una ceja levantada- Necesito ver si te quebró algo. No te emociones. –Solté una risita. Papá procedió a quitarse su camisa, lentamente pues el dolor se propagaba por esas zonas. Una vez su camisa fuera, las manos le temblaban a mamá, no sabía si era por ver el torso de papá desnudo, frente a ella, tan musculoso y firme. O por miedo a que Benajmin le hubiera roto algo. Mamá acercó sus manos a su cuerpo, papá las detuvo gentilmente.

-Tranquila, no voy a morderte. –Ella lo miró y esbozó una pequeña sonrisa- Aunque debería, porque tú ya me mordiste ¿Recuerdas? –Mamá al fin llevó las manos a su torso y empezó a examinar todo su torso, desde las costillas hasta su espalda.

-Cómo olvidarlo –Hizo una pausa dejando las manos sobre los abdominales de papá, habiendo confirmado que todo estaba en orden, él había cerrado los ojos como si ella estuviera dándole un masaje o algo pero no, solo tenía sus manos apoyadas en su estómago- Todo está bien. Solo fue el impacto que aun te duele, en un rato se te pasará. –Mamá intentó levantarse pero él no la dejó.

-Quédate conmigo ¿sí? No me duele si tú estás. –Ella rio.

-No seas ridículo Peter. –Intentó pararse de nuevo pero no se lo permitió.

-Por favor, solo un rato más. –Suplicó con una expresión de dolor. Mamá pareció compadecerse.

-De acuerdo. –Se sentó en el piso delante de él, sobre sus piernas flexionadas. Él bajó del banco con mucho cuidado y se sentó junto a ella con una rodilla flexionada y otra estirada.

-Oye… cuando nos besamos… -Mamá hizo un mohín.

-¿Por qué quieres seguir hablando de eso? –Preguntó frustrada.

-Porque cuando besas una chica hermosa es difícil olvidarlo, además, cuando ella no quiere besarte de nuevo el recuerdo es lo único que te queda. –Ella soltó una risita tonta y tapó su boca con su mano derecha- Creo que ya no te parezco tan… ¿Cómo me llamaste antes de nuestro beso? –Hizo una pose pensativa- Ah sí; un idiota, insensible, narcisista, maldito egoísta. –Mamá rió y bajó su cabeza.

-Lo siento… contigo si fui un poco prejuiciosa. –Le dijo. Él con su mano levantó su barbilla.

-Y yo era todo antes de conocerte. Conocerte mejor, me refiero. Tienes razón, a veces soy así pero es por la presión, todos creen que soy un modelo a seguir por lo que tengo que mantener ese estatus ¿Me comprendes? –Ella se rió en su cara.

-¿Y por qué te importa lo que los demás crean? A puesto que eres muy inteligente y buena persona, debajo de toda esa estúpida facha de macho alfa. –Papá rió a su pesar.
-Pues sí, pero él no se ve tan bien como yo. –Mamá torció la boca en un gesto de inconformidad.
-Tú besaste a la chica nerd ¿cierto? Pues te aseguro que la chica linda y sexy besa igual. No hay diferencia, la apariencia no importa. –Papá hizo un gesto de duda.
-Mmh. Tendré que averiguarlo yo mismo. –Se acercó y la besó, sin más, solo ese beso, extendido en el tiempo y fue como si el tiempo ya no importase, eso era amor, el amor del que estoy hecha, un amor que, en la otra realidad presente-futuro, ya no existe, me entró de pronto un sentimiento de tristeza, esta es mi familia, mi comienzo, todo está destruido para mí ¿Para qué arreglarlo ya si no van a estar juntos en el futuro? Y fue cuando me di cuenta que no bastaba unirlos, tenía que hacer de ellos una pareja fuerte e inseparable, de otra manera, ellos se separan y yo no tendré una familia feliz. Muchos niños con familias rotas darían lo que sea por estar en mi lugar, así que debo aprovecharlo.

Continuara...........

Capitulo 13


Luces de colores que cambiaban de lugar se proyectaban por toda la casa, olía a alcohol, comida y diversión. Los adolescentes con hormonas alborotadas movían sus cuerpos en el centro de la pista al ritmo de una canción que no reconocí.
Nico había ido por nosotras y se había quedado estupefacto al ver el radical cambio de Euge. No dejó de verla en todo el camino, ni ella de sacarle provecho a la situación coqueteándole.
Por otro lado yo había convertido a mi madre en, posiblemente, la chica más sexy de todo Londres, aunque ella no quería aceptarlo. Un una blusa negra, adornada con lentejuelas, cortada por encima del ombligo, a juego con una falda ni tan corta ni tan larga del mismo color, unas sandalias de corcho, también negras y un maquillaje que resaltaba sus grandes y expresivos ojos, más que todo, fueron suficientes para atraer la mirada de todos al cruzar aquella puerta. Claro mamá no percibía las miradas descaradas de sus compañeros de clase y los de Est High porque, simplemente, no estaba acostumbrada a recibir ese tipo de atención. Por lo que pasó directo a la barra, donde se encontraban Agus y Cande, todo el camino con la cabeza abajo y podría apostar que ninguno de esos chicos que le echaron el ojo sabía que se trataba de Lali Esposito.
-¡ Lali! ¡Oh por Dios! –Exclamó Cande al vernos llegar a su lado. Se levantó de su silla estirando hacia abajo su vestido rojo sin mangas.- Te ves hermosa. –La abrazó- ¿Qué pasó aquí? –Preguntó curioseando entre nosotros.
-Allegra nos hizo un cambio. –Apremió Euge.
-Bueno Allegra. Te mereces un premio Novel. –Solté una risita.
-Lo sé. –Afirmé con orgullo.

Me puse a buscar a papá con los ojos por todo el lugar, no estaba por allí, no lo veía. Él no estaba pero si Amadeo, logró reconocer a mamá y la sorprendió poniendo sus grandes manos en su pequeña cintura. La rabia se acumuló en mi semblante.
-Hola hermosa. –Pronunció con una voz grave y varonil que –No voy a negarlo- era bastante incitadora. Alto, delgado per fornido, tenía todo el porte de un jugador de futbol, con el peso suficiente como para derribar a un equipo completo de futbol americano. Mamá se veía diminuta a su lado, acomodó su cabello –Ahora ondulado- detrás de su oreja. Él cabello de Benajmin era rubio y corto, peinado perfectamente desordenado, vestía unos vaqueros ajustados color negro y camisa blanca ajustada igual, que remarcaba sus perfectos y firmes abdominales.
-¿Por qué los delincuentes tienes que venir en un empaque tan encantador? –Me quejé en voz baja. Papá aun no aparecía.
-Allegra. –Oí su voz detrás de mí y sentí una sensación de alivio muy liberadora. Me volteé rápido. Él sostenía una cerveza en su mano derecha, estaba vestido informalmente, con una camisa roja a cuadros y unos vaqueros ajustados de color negro y sus zapatos de siempre.
-Wow. Hoy estás decidido a impresionar. –Le dije con sarcasmo.
-¿En dónde está Lali? –Ignoró mi comentario de manera seria. Le apunté a donde se encontraba ella, estaba ruborizada debido a los comentarios que le susurraba Benajmin al oído por sobre la música. Papá notó su cambio.
-Mierda, si debí arreglarme. Ella está preciosa.
Se quedó admirándola por un rato pero justo en el momento en que Benajmin posó sus labios en la mejilla de ella frunció el ceño y me apartó del camino, caminó hasta ellos y se puso delante cruzado de brazos.
-Hola ¿Cómo están? –Pronunció arruinando el momento. Mamá lo mató con los ojos- Hombre, Benajmin. Tiempo sin verte ¿Cómo está todo? ¿Qué tal la orden de restricción contra esa chica North High? Oí que se mudó porque no quería encontrarte por la ciudad. –Espetó papá directamente. Él iba con todo.
-¿De qué estás hablando Lanzani? –Preguntó mamá.
-Oh ¿No lo sabes? –Papá fingió sorpresa.
-Nuestro amigo aquí –Golpeó el hombro de Benajmin con una leve palmadita-, Benajmin, es un violador en potencia. –Sonrió cínicamente- ¿No se lo habías dicho Benajmin? ¿Es que acaso planeabas llevártela de paseo, violarla y dejarla tirada en la carretera como el poco hombre que eres? –Papá se puso serio y empujó a Benajmin incitándolo a una pelea.
-No te metas conmigo Lanzani. –Papá rió.
-Si te crees tan duro porque no me lo demuestras. –Mamá intervino entre los dos.
-Peter ya basta. –Papá la tomó por los hombros y la dejó a un lado.
-Vamos Amadeo. –Los puños de Amadeo se presionaron. Los de papá también.
-¡Benajmin no! –Gritó mamá antes de Benajmin estampara su puño contra la cara de papá. Mamá soltó un quejido como si la hubieran golpeado a ella. Papá no cayó al suelo pero estuvo a punto.
-¿Es todo lo que tienes? –Se rió en su cara mientras tocaba el lugar donde Amadeo lo había golpeado.
-Peter, por favor, puede matarte, no sigas. –Le suplicó mamá.
-¿Y eso a ti qué? –Le gritó- ¿No que me odiabas? –La cara de mamá enrojeció pero de ira. Se alejó de allí solo un poco. 


Benajmin soltó otro golpe en la cara de papá y este si lo dejó en el piso. Papá permaneció un segundo allí premeditando su siguiente movimiento. La música era ahora más leve, todos estaban mirando la pelea. Papá se levantó, su labio sangraba, pero su cara era de satisfacción por alguna razón. Se paró frente a Benajmin, creo que él estaba seguro de que iba a desistir pero estaba equivocado. Papá soltó un golpe en la cara de Amadeo y este cayó al piso, papá se lanzó sobre él dándole golpes en la cara, las personas que miraban gritaban alentándolo a que terminara con él. De pronto Amadeo se volteó y terminó sobre papá golpeándole la cara justo como él se lo hacía hace un rato. Mamá sostenía la mano sobre su pecho mirándolos horrorizada. Papá ya no parecía responder y me preocupé.
-Peter… -Mamá dio un grito ahogado demostrando que si le preocupaba. De la nada aparecieron Nico y Agus y los separaron. Amadeo quería seguir pero lograron clamarlo, papá yacía en el suelo, con la cara llena de moretones y algo de sangre.

Giré mi cabeza hacia las risas, eran Mariela y su sequito de aduladores burlándose de mi pobre padre, tendido en el piso. Mamá no lo pensó os veces antes de correr hasta él.
-Peter. Oh Dios, Peter ¿Estás bien? –Preguntó poniendo su cabeza sobre sus rodillas- Contéstame. –Insistió mamá. Papá sonrió y abrió los ojos lentamente.
-Sí te importo. –Mamá lo ayudó a pararse del piso mientras él soltaba quejidos de dolor.
-Claro que sí idiota. Vamos. –Mamá lo llevó al baño. Y yo como siempre tuve que pegar mi oreja a la puerta para escuchar lo que decían.

Continuara.............
me temo que la novela es un poquito corta, con todo lo que he escrito me veo de mas o menos 24 o 25 capítulos........ lo siento PERO DESPUÉS VOY A ESCRIBIR MAS