martes, 27 de mayo de 2014

Capitulo 4


Cuenta Lali:

Llegue a la casa y le dije a Euge lo que tenia planeado hacer, para mi y segun lo que vi hoy, se tiene que enamorar de mi; ademas de ser todo lo que me describieron de todo lo que es, al parecer es un mujeriego y que mejor que una mujer que lo cambie, que lo enamore, pero para eso yo no se la voy a ser muy dificil. Por su parte Euge, dudo si ese fuera el mejor plan, pero luego le explique el porque y me dio el si para que comience. 
Yo por mi parte, senti algo inexplicable cuando lo vi, senti que ya lo conocia de antes, pero eso no podia ser, yo nunca habia bajado a la Tierra hasta ahora

Cuenta Peter 

Llegue a mi casa, mis padres no estaban, asi que fui a mi cuarto y me acoste en mi cama. Pensaba y pensaba una y mil veces en esa chica que conoci hoy, todavia no puedo creer que me haya dicho que no, pero igual me alegro que haya dicho que no porque no solo quiero jugar con ella, quiero algo mas...
Al otro dia, fui al colegio y me encontre a unas de las mas pesadas con quien me acoste 

Jenny: hola bombon
Peter: hola (sonrisa forzada) necesitas algo?
Jenny: no nada mas vine a saludarte (se acercaba cada vez mas)
Peter:(la alejo) bueno gracias pero me tengo que ir

Mire hacia un costado y la veo a Lali, la chica que conoci ayer con otro pibe y la verdad tuve una bronca inexplicable al verlos

Peter: eh sabes que? mejor hablamos en otro momento, me tengo que ir (se fue)
Jenny:(le dejo con la palabra en la boca)

Fui hacia ellos y

Cuenta Lali:

Llegue al colegio y me choque con alguien, era un chico rubio y muy lindo

XXX: uy disculpame (juntando sus cosas del piso)
Lali: no esta todo bien (sonriendo se miraron) mi nombre es Lali y el tuyo?
XXX: Gaston (sonriendo) un gusto

Luego de eso aparecio inesperadamente Peter...


Continuara......
Regalito XD

Capitulo 3


Hoy era el gran dia para mi, hoy conoceria al humano que voy ayudar. Euge me dijo que primero tendria que ir al escuela a donde va el, que mejor lugar para encontrarlo por primera vez. 
Me cambie y me puse algo asi http://www.hoymoda.com/wp-content/uploads/2011/01/21e_vestido_cockt.jpgsupuse que con esto iba a pasar desapercibida.

En la puerta del colegio

Lali: estoy nerviosa
Euge: tranquila, vas a ver que va a salir todo bien
Lali:(sonrio)

Despues de eso me despedi de ella y entre en el colegio

Cuenta Peter:

Era un dia como cualquier otro, los mismos profesores, los mismos amigos pero ninguna mina nueva. Si se esto porque yo me las conozco a todas, ya que tuve sexo con todas ellas. Pero la verdad que me aburrieron, todas son faciles, yo quiero algo mas dificil, algo mas complicado para no aburrirme.

Estabamos en recreo, buscaba a mis amigos cuando de pronto veo a una chica sentada en la fuente que habia, pero desgraciadamente no le podia ver la cara porque estaba de espalda, asi que me acerque a ella

Me acerque a ella y la vi

Peter:(buscando que lo mire) hola
XXX:(levanto su mirada) hola

La vi y no podia creer lo hermosa que era, tenia una mirada angelical, unica, su pelo era larguisimo le llegaba hasta su cintura. Por unos segundos me quede mirandola hasta que 
Me quede mirandola por unos segundos hasta que ella se dio cuenta entonces me hablo 

Cuenta Lali:

Paso todo el dia y todavia no lo habia encontrado al humano, fui hasta una fuente que estaba y me sente ahi para pensar un poco en que iba a hacer cuando lo encuentre
Estaba todo tranquilo hasta que siento que me hablan

Peter:(buscando que lo mire) hola
Lali:(levanto su mirada) hola

Lo vi y me di cuenta que era el, era el humano que tenia que ayudar. Se quedo observandome unos segundos y no entendia por que entonces le pregunte

Lali:(se levanto y quedo al altura de el) estas bien?
Peter:(mirandola fijo) si si
Lali:(sonrio) me alegro
Peter:(acercandose mas a ella) como te llamas morocha?
Lali:(mirandolo fijo) para vos Lali y tu nombre?
Peter: yo me llamo Peter (se acerco aun mas)
Lali:(viendo lo que hacia salio de ahi) bueno me encanto conocerte, pero me tengo que ir
Peter:(la agarro de la mano y la atrajo hacia el) si queres podemos ir a un lugar mas tranquilo
Lali:(levanto una ceja) no no te estas equivocando pero mal, yo no soy unas de esas, no y desde ya te aviso que no vas a conseguir nada de mi (se solto de y se fue de ahi)

Ahora debido a lo que paso ya tengo en mente lo que voy a hacer

Cuenta Peter

No lo puedo creer una mina me dijo que no, estaba y sorprendido y enojado aunque se que con ella no me voy a aburrir...

Continuara....
ULTIMO POR EL DÍA, ESTOY MUY CANSADA XD JAJJAJAJA ESPERO QUE LES AYA GUSTADO LA NUEVA NOVELA, AGANMELO SABER EN LOS COMENTARIOS :) LAS QUIERO!!!

Capitulo 2



Cuenta Lali: 

Hoy era el dia que me iba a la Tierra, puse un poco de ropa que usaba y que mas o menos pasaban desepercibidas en el mundo humano, en una pequeña maleta. Me estaba despidiendo de Cielo, ya que en 300 dias no la voy a ver mas

Cielo: bueno ya es hora, estas lista?
Lali: si (sonriendo)
Cielo: recorda que en la Tierra no vas a poder usar tus poderes mas que solo 4 veces
Lali: claro
Cielo:(la abrazo) tranquila todo va a salir bien (se solto)
Lali: nos vemos en 300 dias Cielo (desaparecio en forma de una luz de color violeta)

Desapareci de ahi y cai del cielo, sentia como si mi cuerpo flotaba, era tan rara la sensacion ya que nunca la habia sentido
Cai y cai, hasta que senti que toque el piso
Me mire y estaba con un vestido blanco asihttp://img.chicade15.com/wp-content/uploads/2009/03/blanco-corto.jpg, cosa que me asombro mucho ya que cuando me fui tenia una tunica y bueno por suerte mi maleta todavia estaba conmigo. me fije y estaba en una especie de jardin
XXX: bienvenida (sonriendo)..

Lali:(desconfiada) quien sos?
XXX: tranquila, mi nombre es Euge, yo voy a ser tu guia 
Lali: vos?
Euge: si yo, veni esta es mi casa, entremos 

Entramos y me dio un te de hierbas, segun decia ella, me iba a relajar ya que tuve un viaje un poco largo 

Lali:(terminado el te) gracias 
Euge: de nada (sonrio)
Lali: cuando empezaria mi misison?
Euge: mañana mismo y Lali 
Lali: que?
Euge: yo diria que primero conozcas al humano para poder sacar una conclusion 
Lali: si tenes razon 
Euge:(sonrio) seguro que debes estar muy cansada, veni acompañame vamos al que va a hacer tu cuarto 
Lali:(la siguio)

Ya en la Habitacion 

Euge: bueno este va a ser tu cuarto http://www.arcosanvicente.com/images/habitaciones/hotel-arco-san-vicente-habitacion-doble-exterios-balcon-vistas-detalle.jpg 
Lali: muy lindo, gracias Euge 
Euge: de nada Lali yo ahora me voy a mi cuarto cualquier cosa que necesites me llamas esta bien? 
Lali: esta bien 
Euge:(sonrio y se fue)

Se fue Euge y yo fui poniendo mi ropa en este placardhttp://bimg1.mlstatic.com/placares-interiores-frentes-de-placard-a-medida_MLA-F-3370904982_112012.jpg, como no tenia tanta ropa me quedaba grande el espacio, pero bueno, supongo que con el tiempo voy a tener mas...

Continuara..........

Novela Laliter "Amor Entre Cielo Y Tierra" y Capitulo 1


LALI ES EL ANGEL MAS PROTECTOR, DULCE Y TIERNO QUE HAY EN EL CIELO PERO CUANDO LA HACEN ENOJAR MUCHO, ES CAPAZ DE HACER CUALQUIER COSA. BAJA A LA TIERRA CON UNA MISION, SALVAR EL ALMA DE UN SOCIOPATA HUMANO, PETER, PERO SOLO TIENE 300 DIAS PARA CUMPLIR SU MISION
                                                                                                                                                             

Capitulo 1

Hoy empezaba un nuevo dia en el cielo, sentia que hoy iba a hacer un dia especial, porque hoy me revelan cual va a ser mi mision, estaba muy ansiosa. 

Paz: Lali te estaba buscando 
Lali: si decime Paz 
Paz: mi mama te estaba buscando, es para revelarte cual va a ser tu mision y dice que te tengo que llevar hasta donde esta ella
Lali:(feliz) muy bien, no la hagamos esperar mas entonces 
Paz:(le dio la manos con una sonrisa) vamos 

Los angeles nos transportamos de un lugar a otro con solo darnos la manos o sentir las vibraciones positivas que hay en el lugar donde estamos; por eso cuando nos dimos las manos aparecimos con El angel que mas sabe de todos, Cielo 

Paz: aca esta mama, como me dijiste 
Cielo:(viendo a Lali) muy bien hija puedes retirarte 
Paz:(se fue del lugar)
Cielo: veni Lali, veni que voy a mostrarte cual es tu mision (mostrandole una especie de bola de cristal)
Lali:(sonriendo se acerco a ella)
Cielo: bien tu mision va ser en la Tierra 
Lali: en la Tierra?
Cielo: si, para un angel como vos, se necesita ir ahi 
Lali: pero yo no quiero ir ahi, esta lleno de seres horribles, que con tal de conseguir lo que quieren no les importa los que los rodea
Cielo: mira cariño, para un angel como vos, es necesario ir a la Tierra, para salvar las almas de personas como la que va a hacer tu mision 
Lali: esta bien (completamente desilusionada) 
Cielo: bien como te estaba diciendo, el va hacer tu mision (le mostro una foto) este humano es un sociopata, manipulador que vas a tener que salvarlo en solo 300 dias humanos, va haber una guia en la Tierra que es ella a la que le vas a contar todo lo que te parece que podes llegar a hacer y ella te va a decir si o no, Entendiste?
Lali: si y cuando me voy a tener que ir?
Cielo: mañana mismo 
Lali: muchas gracias Cielo, me puedo retirar?
Cielo: si anda si queres 
Lali:(sonrio apenas y desaparecio del lugar) 

Me transporte hasta donde estaba mi habitacion. Estaba completamente desilucionada, pero bueno este va a ser mi reto que lo voy a tener que cumplir en 300 dias... 

Continuara.....
Espero que les guste mi nueva forma de escrivir si les parece mas facil de leer escrivanlo en los comentarios, las quiero BESOS :3

~Capitulo Final~ Capitulo 25


¿Qué puedo decir? Han pasado tres meses desde que tengo mi nueva vida. Todo es maravilloso, ok, no, miento, no todo es maravilloso. La hija de Mariela me molesta constantemente en el colegio. Los idiotas de antes siguen siendo idiotas. Papá y mamá a veces están en desacuerdo pero jamás pelean como lo hacían antes.
justo esta tarde me estoy preparando para la fiesta por su aniversario número veinte. Todos están invitados, amigos y familiares; incluidos Jerome y su familia. Aunque papá no quería.
Bajé las escaleras de dos en dos; ya se había vuelto una costumbre. Todos estaban en el patio trasero, era una barbacoa.
Cuando pasé por las puertas, lo primero que vi fue a Jerome, sentado, esperándome. Me acerqué.
-Hola amor. –Lo saludé. Me sonrió
-Hola cariño. Tus padres dicen que tienen una sorpresa. –Me dijo. Lo miré ladeando mi cabeza.
-¿Una sorpresa? –Pregunté.
-Sí…
-Chicos. –Aparecieron la tía Rochi y el tío Pablo a nuestro lado.
-Chicos hay que reunirnos. Están a punto de anunciar la sorpresa. –Mencionó emocionada la tía Rochi.
-Sí, Allegra, tus padres se andan con un misterio que nos tiene a todos pendientes. ¿Sabes qué es? –Susurró el tío Pablo .
-No, me enteré cuando Jerome me lo dijo. Ni idea de que sea. –Me encogí de hombros.
-Bueno, ya nos enteraremos, vamos. –La tía Rochi nos arrastró a todos hacia la donde estaban mis padres en el centro del jardín. Papá sostenía una copa de vino en la mano, como mamá y todos los demás adultos ahí presentes.
-¡Ya díganlo! Nos estamos impacientando. –Animó el tío Pablo. Todos lo apoyaron.
-Ya, ya, tranquilos todos. –Papá hizo un gesto para tranquilizarlos.
-Bien, creo que ya es hora. –Dijo mamá- Estamos felices de que todos estén aquí con nosotros, en este día tan especial… -Comenzó a decir mamá- en verdad significa mucho.
-Sí, veinte años, casado con Lali. Eso hay que celebrarlo. –Agregó papá y todo rieron. Mamá frunció el ceño. Papá se acercó y besó su mejilla- Sabes que te amo. –Ella sonrió.
-Y pues la razón de todo este alboroto es… -Dijo mamá. Ella miró a papá que parecía algo ansioso- ¿Por qué no lo dices tú ¿Amo la emoción con que lo dices. –Papá asintió con una amplia sonrisa en su cara. Miró a todos, en especial a mí y habló.
-¡Voy a ser papá de nuevo! –Me quedé en shock. Todos celebraron, aplaudieron, gritaron de emoción. Papá abrazó a mamá muy fuerte.
-Pensamos que no era posible por lo que dijo el doctor. –Volvió a hablar papá- Pero nunca dejamos de tratar, al parecer es de uno en un millón. –Se me llenaron los ojos de lágrimas y corrí a abrazarlos. Los abrasé fuerte.
-Me darán un hermanito. –Dije entre lágrimas.
-¿Estás feliz, princesa? –Preguntó papá.
-¿Qué si estoy feliz? Hasta la pregunta ofende padre ¡Soy la chica más feliz del mundo! ¡Los amo! –Los abrasé aún más fuerte. Me separé y los miré- Prometo ser la mejor hermana mayor del mundo entero. –Sequé mis lágrimas.
-Sabemos que lo serás, amor. –Mamá pasó su mano por mi cabello.
-Estamos felices de que tú estés feliz. –Reí.
-Y yo de que ustedes estén felices. –Ellos rieron.
-Es un círculo vicioso. –Habló mamá.
-El más sano del mundo. –Agregó papá.

Me alejé un poco, dejando que los demás los felicitaran. Me senté en la mesa junto a mi abuela .
-Pediste el deseo ¿No es cierto, querida? –Preguntó. Me volteé a verla con asombro.
-¿Cómo lo sabes? –Pregunté atónita.
-Ronda es una gran amiga de la familia Lanzani. Lo hemos hecho por generaciones. –Rodó los ojos de manera divertida.
-¿De verdad? –Asintió.
-Somos muy tercos en ese sentido. –Sonrió.
-Papá lo hizo. –Se encogió de hombros.
-No estoy segura. –Sonreí.
-Es genial ¿No? Siento que los conozco mejor que nunca. –Los miré, allí, tan felices.
-Y así es, conoces la historia de tus padres y fuiste parte de ella, aunque ellos nunca lo sabrán. –Me sonrió en señal de complicidad.
-Es nuestro secreto abuela, solo nuestro. –Ambas reímos.
Ese fue el comienzo de una nueva historia.
¿Quién dice que debe haber un final feliz? Las mejores historias son las que no tienen final. Y la de mis padres apenas comienza.
Así que es… ¿El fin?
-No Allegra, esto recien comienza.- Decia Ronda a lo Lejos.


Capitulo 24


Cerré los ojos como ellos me ordenaron, sentí un frío, como el que había sentido otras veces, pero esta vez ere diferente, de alguna manera. 
De pronto, estaba sentada, recostada contra algo, mi cara estaba escondida detrás de mis rodillas mientras las abrazaba con mis brazos. Levanté mi cabeza, vi mi habitación, la examiné de arriba abajo, de un lado a otro, estaba como siempre… excepto por algo.
En la pared de mi habitación habían un motón de fotos, fotos como las que había en el cuarto de mamá, era su estilo ¡Cumplió su sueño!. Pero en estas estábamos mi madre y yo, ¡En Hawái! Esperen, esperen ¿Quién es ese hombre que está con nosotros? ¡ASÍ ES! ¡Es papá! ¡Oh Dios! Y en Nueva York, estamos los tres en Central Park y ¡En Paris! Los tres… como una familia.
Sentí como mis lágrimas salían, no podía contenerlas, sin embargo, no recordaba nada aún.
-¿Por qué no...? –Antes de que terminara la frase un fuerte dolor de cabeza vino a mí, me tiré al suelo tratando de no gritar. Imágenes pasaron por mi cabeza como una película, iba demasiado rápido. Y luego… lo recordaba todo, mi nueva vida; las vacaciones, los viajes a casa de la abuela ¡La abuela seguía viva! La boda del tío Nico y la tía Euge, salidas con mis amigas, ¡Tengo amigas! Salidas con mi novio ¡OMG! ¡TENGO NOVIO! me levanté.

Me puse a ver todas las fotos y en la esquina, en un lugar especial estaba, estaban las de él; en los bolos, la pizzería, el parque, la fiesta de Hallowen. Y lo más curioso, era su nombre.
-Jerome Amadeo… -Pronuncié su hermoso nombre. ¡Dios! ¡El hijo de Benjamin!- Así que… eres mi novio. –Miré bien nuestra foto en el Starbucks, cabello rubio, alto, musculoso, ojos azules, labios besables… labios que ya había besado, millones de veces. Suspiré. Si tan solo papá pudiera oírme pensar.

¡PAPÁ! Pensé y corrí fuera de mi cuarto, bajé las escaleras de dos en dos, pasé hasta la cocina pero ahí no estaban, volví a correr hacia arriba pero me devolví a la sala.
-¿Mamá? –Pregunté. Ella estaba sobre, es el sofá, papá a ahorcadas mientras lo besaba y el pasaba sus manos por su espaldas. Cuando me oyeron se separaron, mamá saltó y se puse de pie mientras que papá se puso un cojín en el regazo ocultando… ustedes ya saben que.
-Allegra, estás despierta. –Habló mamá con asombro y luego miró a papá- Te dije que estaba despierta. –Papá solo se encogió de hombros inocentemente.
-¿Cómo te sientes princesa? –Preguntó mamá acercándose para pasar una mano por mi cabello y poner un mechón detrás de mi oreja. Cerré los ojos antes su tacto y sonreí.
-Mejor. –Recordé que hace unos minutos –En la nueva realidad- le había dicho que me sentía un poco mal- Muchísimo mejor. –Le dije. La abrasé, la abrasé fuerte, papá se había levantado. Nos envolvió, en sus grandes y fuertes brazos. Este era un abrazo familiar, un abrazo que había querido desde que tengo uso de razón.

Rompí el abrazo separándome para verlos, eran felices y podía verlo en sus ojos, yo era feliz y era gracias a ellos.
-Los amo, los amo más que a nada. –Dije con lágrimas en los ojos. Mamá y papá se miraron entre sí y sonrieron.
-Y yo a ti mi pequeña. –Mamá tomó mi cara y besó mi frente.
-Y yo las amo a ambas -Papá pasó sus brazos por mis hombros y por los de mamá- A mi princesa –Besó mi mejilla- Y a mi reina. –Me soltó y se dedicó a besar a mi mamá apasionadamente.
-Peter, Allegra está aquí. –Murmuró mamá, como pudo. Papá se separó.
-Tranquilos, tengo una cita con Jerome. –Dije. Papá rodó los ojos y mamá rió.
-Ese Jerome… no confío en él. –Mamá soltó una carcajada.
-¿Pero en quién confías tú, Peter?
-No en los Amadeo… eso es seguro. –Murmuró.
-eso fue hace mucho. –Replicó mamá- Está casado. –Papá se cruzó de brazos.
-Lo sé. –Dijo entre dientes. Yo reí y los volví a abrazar.
-Los quiero. –Dije. En ese momento el timbre sonó. Di un salto y arreglé mi cabello- Es Jerome. –Suspiré su nombre y corrí hasta la puerta.

Estaba nerviosa, como nunca. Abrí la puerta y ahí estaba él, con su gran sonrisa y los mismos hoyuelos de su padre; solo que en él, era mucho más hermoso.
-Hola Allegra. –Dijo.
-Hola… Jerome. –Suspiré.
-Te ves hermosa. –Comentó.
-Como siempre. –Soltó papá que estaba parado detrás de mí. Rodé los ojos.
-¿Cómo está señor Lanzani? –Preguntó Jerome con cierto nerviosismo.
-Pues bien, bien, muy bien. –Pasó su brazo por mis hombros. Estaba tratando de ser intimidante.
-Peter… -Oí a mamá acusarlo. Ella salió a la puerta.
-Hola Jerome, cariño ¿Cómo has estado? –Preguntó mamá con una sonrisa.
-Bien señora Lanzani ¿Y usted?
-Bien… controlando a Peter. –Mamá pasó una mano por su cabello y besó su mejilla. Todos reímos. Papá miró a Jerome desafiante.
-No creo que sea gracioso. –Espetó. Jerome dejó de reír.
-Lo siento señor Lanzani. –Bajó la cabeza.
-No importa cariño. –Dijo mamá- Peter eres un maleducado. –Le reprendió. Papá levantó una ceja.
-¿Ya nos vamos a cenar? –Pregunté.
-Claro. –sintió Jerome- Señor, la traeré a las diez, como siempre.
-Claro, claro, ve antes de que me arrepienta. –Oí como mamá le pegaba un manotazo, no muy fuerte en su brazo derecho. Me despedí con la mano. Me giré y tomé la mano de Jerome. Los oí reír y me giré, él daba pequeños besos en su cara y ella reía. Luego oí lo que tanto esperaba.
-Te amo.
-Yo te amo más.
Jerome me sonrió.
-Tus padres son perfectos juntos. –Me dijo. Yo reí, me acerqué y puse mis manos alrededor se su cuello.
-Esa, novio mío, es la historia de mis padres.
Continuara......

Capitulo 23


Todos en el gimnasio se aglomeraban alrededor de mamá y Mariela, yo me moví entre las personas para quedar junto a mamá.
-Pensé que te lo había advertido. –Dijo Mariela.
-¿A poco tú piensas? –Espetó mamá y todos rieron, incluyéndome.
-Ah con que la nerd se quiere hacer la valiente… ¿acaso quieres ser como yo, nena? –Mamá se echó a reír.
-¿Cómo tú? ¿Te refieres a ser una perra sin sentimientos que degrada a los demás para alimentar su pequeña autoestima, aunque en el fondo siempre sabrá que no será de lograr nada que no sea una enfermedad venérea? No gracias, paso. –Todos soltaron un ‘Uhh’ y yo me sentí orgullosa de mi madre, mamá jamás en su vida le había hablado de ese modo a Mariela, siempre le había tenido miedo, ella siempre había sido la alfombra debajo de los pies de Mariela, tal vez esto cambie algo.
-¿Qué es lo que te pasa Lali? ¿Acaso no has visto las fotos? Te descubrimos cariño, eres exactamente como yo. –Mis piernas empezaron a fallar, la estaba destruyendo.
-¡Eso no es verdad! ¡Esa no soy yo! –Gritó mamá y su voz se quebró.
-¡Claro que lo es! ¡Todos lo vimos! Y todos los chicos con los que te acostaste lo confirmaron. –Todos empezaron a reír, mamá estaba llorando. Yo estaba de rodillas frente a mamá, empecé a toser, me sentía enferma de nuevo.
- Lali... no dejes… que te… gane –Me dio un ataque de tos pero nadie parecía notarme- Hazlo por mí. –Mamá me miró, se agachó y se aseguró de podía aguantar un momento más. Se levantó y apretó sus puños. Mariela seguía riéndose con sus amigas, ya había dado por sentado que había ganado, pero mamá no estaba de acuerdo. Se acercó y se paró frente a ella.
-¿Vienes a despedirte… perra? –Deletreó la última palabra. Mamá abrió su puño derecho y sin aviso estampó la palma de su mano contra la cara de Mariela, tan fuerte que ella terminó en el piso.
-Yo no soy una perra, y los demás pueden pensar lo que quieran pero tú, tú no te saldrás con la tuya, no esta vez, no dejaré que me pisotees. Tú eres la perra y lo peor es que lo sabes y no te importa. –Se giró hacia los demás quienes miraban estupefactos- No soy una perra. –Dijo. Todos la miraron, se quedaron sin palabras, ella caminó hacia mí y me ayudó a llegar hasta una silla cerca de la mesa de bocadillo. Empecé a devorar todo lo que veía.
-¿Segura que estarás bien? –Preguntó.
-Ve por papá. –Susurré.
-¿Qué?
-¡Peter, busca a Peter! –Grité.
-¿Alguien me llamaba? –Papá apareció detrás de mamá, con una sonrisa, no llevaba traje, solo sus jeans negros y su camiseta blanca.
-¿Peter? –Pronunció mamá mirándolo de arriba abajo- ¿Qué haces vestido así? Ya van a anunciar a los reyes del baile. –Él soltó una risa y se acercó a ella.
-Yo no quiero ser el rey si tú no eres mi reina. –Empezaba a sentirme mejor. Mucho mejor.
-Peter… -Ella estaba por terminar la frase cuando Raphael se acercó, estaba algo borracho.
-Vamos Lali, bailemos. –Papá intentó enfrentarlo pero Raphael lo empujó- Es mía ahora. –Empecé a desvanecerme, tomé algo de la mesa, no sabía exactamente qué pero lo comí, ya no ayudaba, me estaba desapareciendo, la única imagen que me quedaba era de cuando pedí el deseo, en mi habitación. Solo oí a Raphael algo a mamá.
-Serás mía esta noche, pequeña zorra. –El reloj tocó las 12:10 y ellos no se besaron. Y ahí me desmayé, todo era blanco, había vuelto al limbo.
-No… no, ¿por qué? No, no, no. –Me desplomé en el piso –o lo que sea- a llorar, no podía creer que había fallado, fallé, he fallado, ya no existo, no soy nadie.
-Oh, cariño. –Ronda se arrodilló y me tomó por los hombros- Tranquila, esto pasa, estarás bien, puedes quedarte conmigo. –Mis lágrimas salían sin control, estaba vacía, ya no quedaba nada, absolutamente nada.
-No quiero, ¡Quiero ir a casa! Quiero a mi mami y a mi papi, quiero me abrasen y me digan que todo estará bien, quiero verlos besarse, quiero oírlos decirse que se aman el uno al otro, quiero una familia, eso es lo que siempre he querido. –Dije entre llanto. No podía soportarlo. Ya había terminado.
-Lo siento, lo siento mucho cariño. –Ronda seguía pasando mi mano a través de mi espalda, intentando consolarme pero no funcionaba porque todo estaba roto, yo estaba rota.
-Ronda. –Una voz resonó por todo el lugar, una voz masculina.
-Chase ¿Qué pasa? –Un hombre alto, de cabello rubio y ojos marrones con una barba se acercó a nosotros con un portapapeles.
-Ha habido una excepción… y no lo planeamos. –Ronda se levantó y lo miró, él le pasó el portapapeles y ella mostró cara de sorpresa.
-Dios mío, ¿cómo es posible? –Ronda levantó la vista hacia Chase y este le dio una sonrisa, luego ambos me miraron. Yo todavía estaba en el piso derramando lágrimas- Allegra… tus padres… se han besado, están juntos, se aman. –Salté del piso mirándolos con esperanza.
-¿En serio? –Ambos asintieron.
-Puedes volver a tu época. –Sonreí.
-Esperen. ¿Puedo volver al baile? Solo quiero despedirme. –Ellos se miraron entre sí y sonrieron.
-Claro que sí. –Dijo Chase.
-Ya sabes. –Apremió Ronda. Asentí y cerré los ojos, el aire frío me golpeó la cara y logré escuchar la música.

Abrí los ojos, estaba de nuevo en el baile. Vi a mi lado estaba Raphael sobando su mejilla, supuse que mi valiente padre lo había golpeado, sonreí y me acerqué al centro del gimnasio, estaban a punto de anunciar a los reyes del baile.
-Lo atrasamos un poco para que pudieras ver lo que pasó. –Escuché una voz detrás de mí, me giré y vi a Ronda junto a Chase, me sonrieron y les devolví la sonrisa.
-Muy bien, estudiantes, atentos, estamos por anunciar a los ganadores. –Papá estaba junto a mamá, mirándola a los ojos, no estaban prestando atención a lo que decía el chaperón.
-Y los ganadores son… -El chico de la batería hizo los redobles- ¡Peter Lanzani y Mariela Duncan! –Todo aplaudieron, Mariela estaba dando saltitos pero nadie se acercó a felicitarla. Subió a la tarima y le colocaron la corana, a pesar de ser un chisme estaba feliz. Papá subió al escenario a regañadientes porque mi madre se lo pidió, le colocaron la corona y el chaperón le dio el micrófono, papá vaciló pero al fin lo tomó.
-Bueno… ¿qué puedo decir? Ya lo esperaba, lo que no esperaba, en este año escolar… o nunca, era enamorarme. –Se oyeron los murmullos por todo el salón. Papá se quitó la corona- No quiero ser su rey. Sé que la tradición es que el rey debe salir con la reina durante todo el año escolar pero… esta chica. –Apuntó a Mariela al fondo- No es mi reina, ni lo será nunca… mi reina… es Lali. ¡Ronnie apuntala con el reflector! –Le ordenó al chico de las luces, este obedeció y una luz entre violeta y celeste cayó sobre mamá, haciéndola lucir como un ángel- Conózcanla, ella es mi Lali. Lali Esposito, ha sido invisible por mucho tiempo pero hoy, hoy brilla más Time Square, y todos aquellos que estén pensando en quitármela les advierto que los dejaré como camote… creo que ya lo saben. –Todos miraron al fondo a Raphael que seguía acariciando su mejilla morada por el golpe. –El punto es… que no seré el rey esta noche. –Le lanzó la corona a un chico del público- Llámenme estupido, no me importa. –Papá le devolvió el micrófono al chaperón y antes de que se bajara todo el mundo aplaudió, pitó y celebró.
Papá se acercó a mamá quien estaba a mi lado y la besó.
-Mmm, no fue tan malo ¿eh? –El rio. Juntaron sus frentes y se miraron a los ojos.
-No, porque te tengo a ti, mi reina. –Mamá sonrió y lo volvió a besar.
-Dios… -Murmuré. Me alejé un poco y dejé que bailaran un rato. Se veían hermosos, y yo estaba segura de que antes de venir aquí esto nunca había pasado, papá nunca declinó el derecho a la corona del rey del baile, mamá nunca se enfrentó a Mariela y ellos nunca bailaron esta pieza, pero justo ahora eso no importaba, yo sabía a ciencia cierta que yo había sido un error que ayudó a aquella grieta en su matrimonio se agrandara y me sentía culpable por ello pero ahora, ahora me sentía orgullosa.

El baile estaba terminando y ellos se acercaron, yo estaba en la puerta de salida, lista para volver.
-Hola Allegra. –Me saludó papá llegando de la mano de mamá- ¿Cómo te sientes? –Yo sonreí.
-Muchísimo mejor. –Los abrasé mientras soltaba algunas lágrimas.
-Lo extrañaré. –Susurré. Me separé de ellos.
-¿Ya tienes que irte? –Preguntó mamá con tono de tristeza.
-Sí. –Asentí.
-¿a dónde irás pequeña? –Preguntó papá.
-a casa… yo, encontré a mis padres… a los verdaderos. –Ellos sonrieron, en cierta parte, no estaba mintiendo.
-Es genial. –Dijo papá.
-Te extrañaremos, cuídate mucho. –Los abrasé de nuevo.
-Los quiero.
-Y nosotros a ti.

Me separé y vi por la ventanilla de la puerta del gimnasio. Ronda y Chase me esperaban, hacían ademanes para que fuera con ellos hacia una luz, una hermosa luz.
-adiós. –Dije, pero cuando estaba a punto de abrir la puerta, se me ocurrió algo- Escuche, si tienen hijos, por casualidad una niña… -Mamá se sonrojó al instante y papá la miró pícaro- … Y ella golpea a un compañero de clase… no la envíen a un internado ¿Sí? –Ellos rieron.
-Ok. –Papá abrazó a mamá por la cintura desde atrás.
-No lo haremos, prometido. –Levantó su mano y papá igual.
-Bien. –Asentí- Adiós. –Salí por esa puerta sin mirar atrás, camino a mi nueva vida, era hora de volver, para bien… o para mal.
-¿Lista? –Preguntó Ronda.
-Más que eso. –Asentí. Ellos me tomaron de la mano y cruzamos, atravesamos esa luz que me llevaría a casa, con mi familia.

Continuara..........

Capitulo 22


Y básicamente el jueves me lo pasé en la cama, me sentía débil, muy débil, al punto de caer en el piso. Y justo, la única imagen de mi vida que tenía era el último día, antes de que todo esto pasara.
Mamá se la pasó cuidándome. Se había comportado como una verdadera madre.
El viernes llegó y, por alguna razón, me sentía mucho mejor.
Eran las ocho y mamá se preparaba para el baile, se miraba en el espejo, luciendo un hermoso vestido azul celeste, sin mangas, su cabello estaba recogido en un bien elaborado moño, con algunos mechones sueltos y llevaba unos lindos tacones negros. Ella se veía sin duda hermosa pero su cara reflejaba tristeza. Yo, solo usaba mi chaqueta negra y mis blue-jeans, la misma ropa con la que llegué.
-Sonríe. –Le di ánimos poniendo mis manos en sus hombros- Es tú día especial. –Ella mordió su labio y una lágrima se resbaló por su mejilla.
-No es especial si no estás con esa persona. –Bajó su cabeza.
-Oye, oye. –La hice girarse para mirarme- Él estará ahí. –Negó.
-Con Mariela. –Sequé sus lágrimas con mi dedo pulgar.
-Pero estará pensando en ti. –Levantó la vista.
-No… él tiene a la chica más hermosa de todo el instituto a su lado ¿Por qué estaría pensando en mí? –Le sonreí.
-Porque eres hermosa, porque te besó y le gustó, porque sabe que eres una chica grandiosa.
-¿Y si es así por qué va con ella? –Me encogí de hombros.
-Porque es un tonto, pero tu amas a ese tonto. –Volteó su cara y negó con la cabeza.
-No, ya no. –Y entonces mis piernas fallaron, caí al suelo, por suerte los brazos de mamá me sostuvieron para que mi cabeza no llegara hasta allá.
-Allegra¿Estás bien? –Me levanté con su ayuda.
-Lo estoy, sí, solo necesito comer y podremos irnos al baile. –Ella me ayudó a llegar a la cama.
-No, no puedes ir así. –La tomé de los brazos y la obligué a mirarme.
-Lali, no te preocupes, confía en mí, esto no es nada de qué preocuparse, debo ir al baile.
-Pero… ni siquiera tienes pareja ¿Por qué quieres ir? –Le sonreí débilmente.
-Quiero verte ser feliz. Dicen que los bailes son mágicos, nunca sabes lo que puede pasar. –Ella soltó una pequeña risa.
-Allegra, ¿estás segura? –Asentí.
-Vamos a ese baile. –Ella sonrió.

Luego de unos minutos de espera Raphael Dioniccio, el capitán del equipo de futbol llegó en su Porche. Según 
él, mamá lo había impresionado el día de la fiesta, tanto como para llevarla al baile. No confiaba en él pero debido a las circunstancias, alguien tenía que llevarnos y él se ofreció, claro, no haría esto si no esperara un maratón de besuqueos y toqueteos en el estacionamiento, pero tendría que pasar sobre mí para eso.
-Gracias. –Dijo mamá cuando él se bajó a abrirle la puerta del auto. Y yo, bien gracias, Raphael solo se concentraba en el trasero de mamá.

Me bajé del auto pisando fuerte y los perseguí a paso de golpe.
Cuando entramos lo primero que vi fue a la tía Euge abalanzarse sobre mamá repitiéndole una y otra vez lo hermosa que estaba. El tío Nico estaba detrás de ella e igual que el tío Pablo y el tío Pablo quienes sostenían a dos hermosas chicas junto a ellos, a las que no reconocí, recordaba que la tía Rochi y el tío Pablo se conocieron en la universidad y Pablo y Rochi llevan mucho de conocerse.
Busqué a papá con la mirada, paseaba de un lado a otro buscándolo. La zorra de Mariela estaba allí pero papá no.
Ahora lo que me faltaba era esto, que papá se hubiera arrepentido y escapando como siempre. Dios, quería matarlo.
Perdí a mamá de vista, Raphael estaba hablando con otros mastodontes del equipo pero mamá no estaba.
De pronto oí la voz de Mariela, su chillona voz pronunciando el nombre de mi madre.
-Creí que había quedado claro que no vendrías, Lali -Dijo. Me giré y la parada frente a ella, en medio de un tumulto de gente que se acercaba a mirar.

Continuara...........

Capitulo 21


Dejé que papá fuera a casa con mamá, no lo seguiría, estaba muy débil para ello, me senté en el piso del gimnasio. Respiré hondo, necesitaba comida, mucha comida. Aun me quedaba algo de una barra de granola en mi bolsillo, lo tomé y lo comí. Pude levantarme y caminar unos pasos.
Afuera del gimnasio, justo en frente, estaba la cafetería. Me metí allí y fui directo a donde estaba la señorita.
-Prepáreme un sándwich, el más grande que haya preparado en su vida. –Le ordené, al borde de desvanecer. Esperé pacientemente hasta que estuvo listo, lo devoré en un segundo. De pronto ya me sentía mejor, mucho mejor, me sentía renovada, fuerte, y creo que no era solo por el gran sándwich que la señorita me había preparado. Mamá estaba con papá.
Corrí a casa, corrí y corrí, tenía de nuevo mis fuerzas así que debía aprovecharlo.
Cuando llegué a casa subí las escaleras de dos en dos. Abrí la puerta y lo vi; papá tenía las manos en la cintura de mamá y ella tenía sus brazos alrededor de su cuello. Y sus labios estaban unidos en suave beso.
-Oh. –Sentí como toda la energía terminaba de volver, ahora me sentía completa, totalmente completa.
-Allegra, oh ¿Qué haces aquí? –Preguntó mamá, sus mejillas estaban ruborizadas.
-Pues, solo quería saber cómo estaban. –Dije y sonreí. Ya estaba llorando de la felicidad.
-¿Estás bien, Allegra? –Preguntó papá. Sequé mis lágrimas.
-Sí, sí es solo que… amo verlos juntos. –No soporté y los abrasé- Los quiero mucho a ambos. –Ellos rieron.
-Y nosotros te queremos a ti. –Dijo mamá.
-Eres una buena amiga. –Dijo papá. Me separé y los miré.
-Pronto tendré que irme, pero quiero que sepan, que siempre estaré con ustedes, no importa lo que pase. –Ellos se mostraron sorprendidos.
-¿A dónde irás? –Preguntó mamá.
-Iré a casa… el lugar de donde vengo, pero tranquilos, siempre los recordaré. –Los abracé de nuevo, esta vez me abrazaron más fuerte.
-Nosotros también, Allegra. –Permanecimos así por unos segundos. Esta es mi familia, la familia que tanto deseé, una familia que en realidad no tengo. Y aunque extrañe estos momentos, tal vez no pueda hacer nada.
-Bien. –Dije separándome y limpiando mis lágrimas- Y… supongo que irán al baile, juntos ¿No es cierto? –Pregunté, mamá miró a papá con una sonrisa pero este bajó su mirada.
-¿Qué pasa? –Preguntó tratando de verlo a los ojos.
-Lali, no podemos ir al baile juntos. –Dijo. Mamá frunció el ceño.
-¿Por qué? –Preguntó afligida.
-Yo… yo soy candidato para rey del baile de invierno, y… Mariela es mi pareja, los candidatos debemos ir juntos, tú lo sabes Lali. –Explicó de manera suplicante. Ella apretó los labios.
-Por supuesto que lo sabía, solo pensaba que tú eres diferente. –Se cruzó de brazos. Yo estampé mi mano contra mi frente –Por enésima vez-.
-Lo siento. –Mamá mordió su labio.
-Vete de aquí. –Mamá apuntó la puerta.
- Lali...
-¡VETE! –Gritó. Papá bajó su cabeza y salió de la habitación. Las lágrimas de mamá volvieron a salir. Sus mejillas estaban rojas, igual que las bolsas bajo sus ojos, había estado llorando toda la semana y partía el alma verla así.
-Allegra…
-Está bien. –Entendí que quería estar sola y salí de la habitación, la oí desplomarse desde afuera.
-¡Peter! –Corrí hasta abajo, él estaba a punto de montarse en su auto, cuando logré captar su atención él se giró.
-Allegra yo… -Pero antes de que me diera una explicación, decidí darle una yo.
-Debí saber que no cambiarías. –Él me miró confundido- Así serás siempre Peter, siempre guiándote por lo que los demás digan. Amas a Lali pero piensas que todo el mundo te atacará si demuestras tus sentimientos, por eso escapas, prefieres ver como todo se desmorona a intentar arreglarlo, prefieres que el tiempo borre tus errores a intentar enmendarlos. Y así será con todo a lo largo de tu vida Peter, cuando tengas una hija y tu matrimonio no funcione, porque simplemente para ti es más fácil enfocarte en los defectos de tu esposa, dejarás a esa niña de lado porque no quieres que te recuerde tus fracasos y ella terminará decepcionándose de ti y te llamará; Peter, porque debido a tus miedo, jamás podrás ser un padre para ella. Intenté ayudarte… pero he fracasado y es más devastador de lo que crees. Y un simple lo siento, ya no solucionará nada, no si estás dispuesto a hacerlo valer ¿Estás dispuesto a cambiar? Esta vez… para siempre.
Papá apretó sus labios y me miró a los ojos.
-Lo siento. –Fue lo único que dijo. Suspiré.
-Hazlo valer, Peter. –Él asintió. Miró la ventana de la habitación de mamá.
-Lo haré. 

 Continuara........

Capitulo 20


Corrí por el pasillo detrás de papá. Sentía que estuvo ignorándome todo este tiempo. Ya era miércoles y yo estaba impaciente, dos días más y era viernes.
Cada vez me sentía peor, tenía que comer grandes cantidades de comida para sentirme un poco mejor, porque podía desvanecerme en cualquier momento.
Ronda había dicho que él tiempo se acababa y que mis padres estaban cada vez más separados. Y yo, cada vez más débil.
-¡Peter! –Al fin se volteó, enfrentándome como si estuviera enojado.
-¿Qué es lo que quieres? ¿Acaso Lali te envió para humillarme más? –Gritó colérico. Fruncí el ceño.
-¿De qué estás hablando? –Pregunté.
-Estoy hablando de que Lali es una perra. –Abrí los ojos como plato y estampé mi mano derecha contra su cara.
-¿Cómo te atreves a hablar de ella de esa manera? –Pregunté indignada.
-Es lo que se merece, y tú, tú eres una perra, igual que ella. –Él siguió caminando. Me quedé helada. Mi propio padre me había llamado perra. Alguna vez me llamó cachorrita ¿Pero perra? ¿Qué estaba pasando? Mi padre jamás hablaría de ella de esa manera, por muy enojado que estuviera él no se expresaba de las mujeres así.
Me decidí a perseguirlo hasta que me dijera qué era lo que estaba pasando.
-¡Peter! –Grité, entró en el gimnasio.
-¿Qué es lo que quieres? –Preguntó enojado una vez que estábamos dentro. Me crucé de brazos.
-¿Por qué dices todas esas cosas de mí y de Lali? –Él se rio como si hubiera dicho algo muy gracioso.
-¿No has visto las fotos? –Preguntó. Negué con la cabeza. Se sacó algo del bolsillo y lo tiró en el piso, un sobre de manila. Lo recogí y lo abrí.

En el interior había fotos de una chica con la misma ropa que mamá había usado estos últimos días. Tenía el mismo porte y el mismo peinado, pero no podía creer que fuera ella, estaba besando a un chico que varias veces he visto por los pasillos, y luego en otra en un auto con un chico del equipo de futbol. Y otras fotos con diversos chicos.
-No me digas que crees esta mentira. –Tiré las fotos al piso.
-¿Y cómo no hacerlo? Es ella, yo pensé que era mejor que eso, mejor que una follada en el auto, mejor que unos besos y palabras sucias detrás de las gradas. Por lo visto… estaba equivocado. –Suspiró y se sentó en un banco, mirando al centro de la cancha.
-No creas esto Peter, esta no es ella, no lo es. –Pues su mano en mi hombro. Él me miró, estaba decepcionado, triste, furioso pero más que todo, parecía tener el corazón roto.
-Ella era especial, pensé que podía confiar en ella, pensé… -Su voz se quebró.
-Ella no es como Mariela… ¿Quién te mostró estas fotos? –Pregunté.
-Mariela y sus amigas. –Gruñí.
-Esas maldititas zorras… Peter, ¿Sabes que Mariela golpeó a Lali? –Él me miró sorprendido.
-¿Qué? –Se levantó.
-Le dejó un moretón. Lo ha estado cubriendo con maquillaje,
-Por Dios, ella está bien, ¿No fue grave? –Estaba más preocupado que yo, eso me demostró que le seguía importando aunque creyera que es una zorra.
-Está bien, ha ido desapareciendo, pero su autoestima no está bien, ella está deprimida, aunque me engaña diciendo que enfrentará a Mariela, pero no tiene las fuerzas suficientes y yo ya no sé qué hacer.
-Quiero ayudarla. –Dijo. Sonreí.
-Entonces ve. –Apremié. Apretó sus labios.
-¿Está en casa? –Preguntó.
-Sí. –Él caminó hacia la salida pero se giró antes de pasar por la puerta.
-Lamento haberte llamado perra. No lo eres, solo estaba enojado. –Asentí.
-Está bien, no podría enojarme contigo. –Él caminó hasta mí y me abrazó. Le devolví el abrazo,
jamás había abrazado a mi padre, no de este modo y aunque no lo demostrara, siempre había querido hacerlo.

Continuara.............

Capitulo 19


Cuando entré en la casa la tristeza se intensificó. ¿Qué tenía a mi madre tan triste como para llorar de ese modo en que yo lo sentía?
Corrí escaleras arriba, mis abuelos no estaban en la casa por lo que pude deducir.
Me paré frente a la puerta de la habitación de mamá y escuché los sollozos. Me recosté contra este apretando mis puños. Me sentía débil de nuevo. Tomé lo último que quedaba de la barra de chocolate y lo comí; la comida me mantenía fuerte pero no por mucho.
Decidí tocar al fin.

-Lali... –No la oí moverse- Abre la puerta, linda, vamos. –Oí que se arrastraba. Unos pasos y abrió. Estaba sumida en llanto, había algo en su cara, un moretón, un moretón de color rojo, llegando a violeta que se podía apreciar en su mejilla izquierdo. Mi furia se encendió; quien quiera que le haya hecho esto me las pagará. Nadie toca a mi madre.
-¡Lali! ¿Qué te pasó? ¿Quién demonios te hizo esto? ¡Lo mataré! –Me acerqué a ella y tomé su cara entre mis manos.
-No… Allegra, soy muy torpe, me caí en el baño. –Lo miré a fondo, no me creería esa patraña.
-No me digas esa mierda ¿Quién te hizo esto? –Volví a preguntar. Ella se separó de mí y se sentó en el borde de la cama.
-Allegra, fue mi culpa. –Me senté a su lado.
-¿Y por qué llorabas entonces? –Secó sus lágrimas.
-Me duele. –Me enfureció que mamá quisiera esconder que la habían atacado. ¿Acaso cree que me quedaré con esto? Oh no, buscaré al bastardo que le hizo esto y le daré una buena paliza. Mejor aún, llamaré a papá.
-Llamaré a Peter. –Ella se levantó y me tomó por los hombros.
-¡No! Prométeme que no lo harás, nunca más le hables a Peter. –Exigió sacudiéndome. Estaba asustada, podía sentirlo, como su tristeza, creo que estos últimos días he desarrollado un lazo especial con mi madre.
-¿Por qué? –Pregunté.
-No puedes, solo no lo hagas, no te le acerques, no lo mires, ni siquiera respires en su dirección. Es peligroso. –Susurró. Parecía traumada. Papá no pudo haberle hecho esto, no podría, no sería capaz.
-¿Quién te golpeó, Lali? –Volví a preguntar en tono más serio.
-No puedo decirlo. –Se acurrucó en la cama, abrazando su almohada. Me acerqué a ella y la tomé por los hombros, la hice enderezarse y tomé su cara entre mis manos, haciéndola mirarme a los ojos.
-Escucha Lali, nadie puede hacerte daño, nadie nunca lo hará si yo estoy cerca. Ahora, dime, ¿quién mierda te hizo esto? Y Lali, no me mientas. –Sus lágrimas comenzaron a salir de nuevo, las sequé con mi dedo pulgar.
-Tengo miedo. –Sollozó.
-No lo tengas, eres una chica fuerte y puedes con esto y mucho más ¿Me entiendes? Tú eres grandiosa y en el futuro seguirás siendo grandiosa, incluso más. No dejarás que nadie te pisoteé, ni te haga sentir inferior, porque esas personas que te hacen sentir mal solo están alimentando su pequeña autoestima con tu dolor, y no hay que darles el gusto. –Me miró a los ojos profundamente- Dímelo Lali.
-Mariela, fue ella. –Dijo y estalló en llanto. La furia me invadió, quería ir allá ir matarla, matarla en serio, pero me quedé, me quedé con mamá abrazándola y acariciando su cabello.
-Está bien, llora, no significa que seas débil, significa que has sido fuerte por demasiado tiempo. –Me quedé y la abrasé, la abrasé como nunca, como nunca he abrazado a mi madre en mi vida. Ella me necesitaba y aunque me quejara todo el tiempo ella había estado todo el tiempo conmigo, siempre se preocupaba, no podía haber deseado una madre mejor a pesar de todo.

Mariela Pages, acabas de firmar tu sentencia, tal vez hayas disfrutado de hacer sufrir a mi madre pero ahora me toca hacerte sufrir.
-Voy a matar a Mariela. –Susurré. Ella se separó.
-No, no lo hagas, esta es mi pelea, debo ser yo quien la ponga en su lugar. –Sonreí.
-¿Segura? ¿No quieres que te dé una ayudita? –Pregunté suplicante. Sonrió.
-No, no, tú tienes razón, no le daré el gusto de que crea que soy débil. –La abrasé.
-Serás una buena mamá. –Ella rió.
-¿A qué viene eso? –Preguntó. Yo no la soltaba.
-A que tu hija estará muy orgullosa de ti. –Besé su mejilla.
-¿Crees que tenga una hija? Sería genial, tener una pequeña vida dentro de mí. –Tocó su abdomen y a mí me dieron ganas de llorar.
-Sí, tal vez lo sea. Te aseguro que ella te amará por sobre todas las cosas, y te hará sentir muy orgullosa algún día. –Sonreí a medias y mis lágrimas salieron.
-Allegra, no sé por qué pero eres tan especial para mí, eres una pequeña muy extraña y graciosa, siento que tengo un lazo especial contigo. –Sonreí.
-Yo igual, yo igual lo siento. 

Capitulo 18


Mamá salió del baño, pisando fuerte. Yo pretendí venir llegando, haciéndome la que no sabía nada.
-Oh, Allegra. ¿Cuánto tiempo estuviste allí? –Me preguntó.
-El suficiente para saber que tengo que disimular y no decir nada. –Esbocé una sonrisa en mi cara.
-Gracias. –Dijo en un suspiro.
-Hola Peter. –Saludé a papá quien venía saliendo del baño.
-Hola Allegra. –Me dio una sonrisa. Se acercó a mamá por detrás y plantó un pequeño beso en la mejilla de mamá. Eso me alegró el día, me imagino despertar todos los días y encontrarlos así en la cocina. Sería un sueño.
-Nos vemos luego Lali. –Dijo. Se colocó sus lentes oscuros y desapareció por el pasillo.
-O. M. G. –Pronuncié emocionada.
-No digas eso. –Mamá rodó los ojos. Me puse a dar saltitos indeteniblemente.
-Tú y él. Awww ¡Son tan lindos! Parecen un par de conejitos. –Mamá bufó.
-Perros y gatos, más bien. –Empezó a caminar por el pasillo.
-¡Lali! –Me puse a perseguirla. Ella caminaba rápido y el tumulto de gente era cada vez más grande. La perdí por un segundo pero la encontré al instante, ya que se detuvo en su casillero.
Muchos chicos se le acercaban mientras la miraban descaradamente ¿En dónde estaba papá cuando se le necesitaba?

Seguro la vieron anoche, y como convencí a mamá de ponerse bonita hoy creen que es una zorra como Mariela.
Me acerqué.
-Despejen el área zamuros, este cadáver ya tiene dueño. –Les dije, usando mi cuaderno para ahuyentarlos como si fueran moscas.
-¿Ah sí? ¿Y quién es? Si se puede saber. –Preguntó un chico de cabello negro, de piel blanca y ojos verdes, estructura fornida y alto.
-Peter Lanzani. –Gruñí. Él abrió los ojos sorprendido. Miró a mamá quien rodó los ojos pero no dijo nada. Todos ellos se retiraron.
-¿Por qué les dijiste eso? –Preguntó mamá algo seca.
-Solo quería ahuyentarlos.
-¿Y si quería salir con uno de ellos? –Preguntó, yo reí.
-Cariño, tú solo quieres a Peter. –Ella cerró su casillero. Se cruzó de brazos y recostó su espalda de este.
-¿Es tan obvio? –Preguntó algo frustrada. Yo celebré por dentro.
-Ajá. –Asentí con emoción. Ella sonrió y pasó su mano detrás de su nuca.
-Me hace sentir maripositas en el estómago. –Dijo. Yo hice un gesto de asombro, y me acerqué a ella mientras hacía sonidos raros.
-¿Es serio? –Le pregunté. Asintió con los ojos cerrados.
-Es increíble cómo se siente cuando está cerca. –Echó su cabeza hacia atrás y la pegó del casillero- Maldito Lanzani, se metió en mi cabeza. –Dijo. Y una vez más morí y volví a nacer dentro de mí. ¡Mi mamá está enamorada de mi papá!
-¿Irás por él? –Me miró y me dio una media sonrisa, se despegó de los casilleros y acomodó su falda color caqui y su blusa violeta.
-Tal vez lo haga. –Me dio una sonrisa.

Luego de la clase de historia que tenía, totalmente sola, es decir, sin mamá ni papá, busqué a mamá por los pasillos de la escuela.
Pensé que nos veríamos en la cafetería pero allí no la encontré, fui a los baños pensando que podía estar con papá, en caso no interrumpiría pero no estaba.
Busqué en cada rincón, hasta en el armario del conserje y nada, no estaba.
-Bobo. ¿Dónde te has metido Lali? –Susurré para mí. De pronto una voz en mi cabeza habló “Ve a casa”.
-¿Ronda? –Pregunté, el eco de mi voz resonó en el pasillo vacío. La voz habló de nuevo, esta vez más fuerte “Ve a casa, Allegra. Tu madre te necesita”.

No titubeé antes de salir corriendo. Corrí por las calles como alma que lleva el diablo, podía sentir la tristeza de mamá, sus lágrimas corriendo por sus mejillas, su corazón roto, pero no sabía por qué.
Mis lágrimas empezaron a salir. Y de pronto ocurrió; empecé a quedarme sin energía, empecé a desvanecerme pero logré sentarme en una banca. De pronto mis recuerdos se habían ido. No recordaba mi primer día de clases, ni las excursiones, ni cumpleaños número 13, como dije, sabía que había ocurrido pero la imagen ya no estaba, fue como si lo hubiera inventado todo. Trataba con todas mis fuerzas de recordar algo, quería sacarme el cerebro y exprimirlo como una naranja pero no podía. Recordé que tenía una barra de chocolate en mi bolsillo y la tomé, la abrí sin fuerzas y la llevé a mi boca.
-Oh sí. –Empecé a sentir como la energía volvía a mi cuerpo, solo un poco pero bastaba para caminar rápido a casa de la abuela.
Ahora mi dilema era ¿Qué pasó con mamá?

Continuara.......

Capitulo 17



Mamá y yo caminábamos a la escuela, toda la noche me la pasé hablando de lo bueno que era Peter, traté de convencerla pero ella sigue pensando que es un maldito bipolar. El motor de un auto sonó desde lejos y se fue acercando. Se detuvo a nuestro lado.
-Hola bonita. –Dijo Benjamin Amadeo desde su deportivo rojo- Puedo llevarlas si gustan. –Tragué grueso. ¿Este tipo no se cansaba? Miré a mamá, se encogió de hombros y sonrió.
-Claro, gracias Benjamin. –Este se bajó y abrió le abrió la puerta a mamá. Esta entró en el auto con una expresión de timidez. Luego se volvió hacia mí y me sonrió, le di una sonrisa a medias, debía admitir que era muy guapo, me pregunto porque jamás lo había visto por la ciudad, tal vez entró a la universidad y se mudó. ¡Dios! Que hoyuelos… ¡Espera! No, no me puede gustar, este chico en mi época debe tener al menos treinta y cinco años. Sácatelo de la cabeza, Allegra.
-No caminarás ¿O sí? –Me preguntó.
-Pues… si tú no quieres llevarme. –Me giré pero él tomó mi muñeca.
-No, sí quiero llevarte, entra. –Abrió la puerta de atrás para mí, le sonreí.
-Gracias, Benjamin. –Asintió.
-Cuando gustes… eh. –Recordé que en ningún momento nos presentamos, con todo esto del asunto de mamá y papá no tuve tiempo.
-Allegra. –Le dije.
-Hermoso. –Susurró antes de que entrara al auto. Suspiré ¿Por qué me pasa esto a mí? Solo yo vengo al pasado y me enamoro de un chico veinte años mayor que yo.
Todo el camino él me miraba por el espejo retrovisor y yo a él, en instantes recordaba que no debía hacerlo pero era imposible no verlo.

Cuando llegamos mamá se despidió de él con un beso gentil en la mejilla y salió del auto. Yo estaba a punto de salir cuando él me llamó-: Allegra… -Pronunció. Me paralicé.
-Ah… ¿sí? –Él me miraba por el retrovisor.
-¿Tienes algo que hacer esta noche? –Cerré los ojos fuertemente, no quería decirle que no, no quería en serio. Pero debía.
-Benjamin yo…
-Mira, todo lo que Lanzani era cierto pero ya no soy el mismo, jamás lo seré, yo nunca… -Lo detuve, por mucho que no quisiera.
-Benjamin, no es eso, yo… simplemente no puedo salir contigo, no debo y no preguntes por qué. –Él mordió su labio.
-¿Es por Lali? –Preguntó. Negué con la cabeza.
-No, no es por ella. Ya sabes, ella y Peter… están en algo… y yo también. –Mentí.
-Oh, hay otro chico. –Sonaba decepcionado.
-Así es. –Volví a mentir.
-Bueno, si… no funciona, llámame, Lali tiene mi número. –Le sonreí a través del retrovisor.
-Claro, adiós. –Al fin bajé del auto.

Mi cabeza parecía un gigantesco garabato, debía concentrarme en el asunto de mis padres pero vino Amadeo y se metió en mi cabeza. Tal vez no sea tan malo, tal vez cuando vuelva a mi época, crezca un poco y yo tenga cincuenta y él setenta, quizá, podría haber una oportunidad entre nosotros ya que la diferencia de edades no se vería tan mal, aunque probablemente deberá estar casado para ese entonces. Era decepcionante y triste a la vez.
Entré al instituto y lo primero que vi fue a Nico con las manos en la cintura de Euge acorralándola contra los casilleros.
-Hey, hey, cuidado con esas manos Riera . –Ellos se separaron y Euge se ruborizó hasta más no poder- ¿Han visto a Lali? –Pregunté.
-Creo que está en el baño. –Dijo Euge. Asentí. Los apunté con un dedo.
-No hagan travesuras, los vigilo. –Hice la seña de ‘Te estoy vigilando’ apuntando a mis ojos luego a ella con mis dedos índice y corazón. Ellos rieron. Caminé hasta el baño pero escuché susurros, oí la voz de papá, me alegré, estaban charlando.
-Vamos Lali, admite que te gusto. –Dijo él, me acerqué un poco a la puerta entre abierta y logré ver su reflejo en el espejo. Papá estaba detrás de ella, mamá se miraba en el espejo y peinaba su cabello con sus dedos, sus gafas descansaban a un lado del lavabo.
-Debes dejar de meterte en el baño de chicas. –Él se acercó puso sus manos en su cintura. Pude ver como mamá se estremeció.
-Ponte las gafas. –Ordenó.
-¿Qué? –Preguntó confundida. Papá tomó las gafas y se las puso a mamá sin dejar de mirar su reflejo en el espejo.
-¿Sabes? Eres una de esas nerd sexys, que esconden un cuerpo de diosa debajo de esa ropa holgada, y unos bellos ojos debajo de esas gafas, y una actitud de diablilla debajo de esa mascara de niña angelical. –Dijo en el oído de mamá. Su voz fue casi un susurro que pude escuchar.

Mamá mantenía sus ojos cerrados. Los abrió lentamente luego de un minuto.
-¿Qué pretendes con esto Lanzani? –se volvió a mirarlo.
-Que te des cuenta. –Dijo obvio.
-¿De qué eres un idiota? Pero si eso yo ya lo sabía. –Papá soltó una sonora carcajada.
-Pero por supuesto que lo soy, soy la clase de idiota que te gusta. –Mamá soltó su mano contra su cara dándole una sonora cachetada.
-Cretino. –Él se rió.
-Eres una gatita fuerte. –Dijo sobando el lugar donde ella lo había golpeado.
-No soy una de tus putas –Le dijo. La ira se reflejaba en su semblante.
-Claro que no lo eres –Su expresión se tornó seria-. Yo jamás le he rogado a ninguna chica, nunca, ni siquiera a las que tienen fama de difíciles, pero te estoy rogando a ti. –Ella lo miró y se cruzó de brazos.
-Demonios, Peter ¿qué fue lo te hice? –Sonaba cansada.
-Tú dímelo.

Continuara.........