viernes, 16 de mayo de 2014

capitulo 36


La vio aparecer en la sala en su silla, estaba hermosa con su atuendo de color rosa, una verdadera princesa, Maite la quedo mirando, quizás le llamo la atención de que Alai este en una silla de ruedas y no caminando como ella pensaba.
-Me tenías abandonada Mariana - se quejo Alai.
-Sabes que tengo mucho trabajo preciosa......quiero un abrazo - se acerco a su pequeña hermana y la abrazo con todas las fuerzas que tuvo, la verdad era que la extrañaba mucho, Lali y Alai son hermanas inseparables, y ahora el hecho de estar alejadas, hace que se necesiten mucho mutuamente. 
-Quien es ella - pregunto mirando directamente a Maite que se encontraba tímida al lado de la madre de Lali. 
-Ella es Maite, la niña que cuido en casa de los Lanzani, me vino a acompañar porque tenía ganas de conocerte,jugar y ser tu amiga - se inclinó para quedar a la altura de ALai - y espero que tu también quieras serlo. 
-Porque ella querría jugar con una invalida como yo - musito. 
-Que estés inválida no significa que no podamos jugar - hablo Maite con una encantadora sonrisa. 
-Ves ALai, deja de ser así y date la oportunidad de tener una amiga, Maite es una niña muy tierna, verás que se llevarán bien - Lali trataba de que su hermana no se cerrara y se diera la oportunidad de hacer amigas, que pudiera hacer su vida normal como una niña, porque la infancia es lo mas importante en la vida de un ser humano. 
-Esta bien, en mi cuarto tengo unas muñecas, quieres ir a jugar conmigo - pregunto Alai a Maite, sus nombres eran muy combinados.
-Claro - respondió la pequeña castaña.


Lali solo sonrió, vio como Maite pesco la silla de ruedas de Alai y la ayudo a dirigirse a su cuarto, se veían muy encantadoras.
-Y tu, como has estado - pregunto su madre, la hizo sobresaltarse un poco.
-Eh, bien, bien mama - respondió ella - tomemos un café, tenemos mucho de que conversar. 


Y así lo hicieron, se sentaron en la mesa, cada una con su taza de café. Le encantaba estar así con su madre, siempre hubo una muy buena comunicación entre ellas, siempre el apoyo y el cariño. Ella podía decir con orgullo que su madre era la mejor de todas. 
-Papa a que hora llega - preguntó Lali poniendo un poco de azúcar a su café. 
-Creo que ya esta por llegar, hoy sale temprano - respondió su madre - como te has sentido, la última ves supe que tenías fuertes dolores de cabeza. 
-Si, fui a medico, solo es estrés, pero estos días no he sentido nada de eso, me he sentido muy bien mamá - respondió - cuando empieza Alai con su rehabilitación - pregunto ella, cambiando de tema.
-Mañana en la tarde - dijo - y como sabes , yo en la tarde trabajo.
-Losé y quieres que valla yo con ella........pues yo voy mama, no te preocupes.
-Gracias hija - agradeció ella. 


Una sonido de llaves en la puerta interrumpió su platica, su padre había llegado, al entrar venía muy serio pero al ver a Lali su rostro se ilumino completamente dejando ver una bella sonrisa.
- Hola papa - saludo ella, levantándose de su asiento y dando un fuerte abrazo y un beso en la mejilla a su padre.
-No espere encontrarte hoy día aquí, en casa - dijo su padre sacándose la chaqueta que llevaba puesta.
-El hijo mayor de los Lanzani me dio autorización - Y aun estaba asombrada de que el, precisamente el le hubiera dado autorización. 
-Quieres tomar una taza de café con nosotras - pregunto la madre de Lali. 
-Claro que si amor - respondió el. 


El amor de sus padres era incondicional, siempre se apoyaban y hacían las cosas juntos. Se conocieron cuando eran muy jóvenes y de inmediato sintieron esa química. La señora Maria Jose tuvo a Lali a los 18 años, muy joven. Pero siempre ellos dos permanecieron juntos, hasta el día de hoy, el de mañana y el de siempre. 
- Y como te han tratado en esa casa - pregunto su padre, comiendo un poco de pastel servido por su señora.
-Hasta el momento todo va bien - respondió Lali, no se encontraba muy concentrada en la conversación, sus pensamientos estaban en el, Peter, no supo porque pero recordó aquellos dos besos que se han dado. Era raro, porque realmente para ella no fue un error, sino....ni siquiera sabe que fue. 
-Y hasta cuando te vendrás - lo que mas odiaba de su padre eran sus interrogatorios, siempre haciendo preguntas. 
-No lo sé, la señora Claudia no ha llamado desde que se fue de viaje - era verdad, no sabían si estaban vivos o muertos, no había noticia de ellos desde cuando se fueron - bueno, iré a buscar a Maite que ya nos tenemos que ir, tengo que hacer la cena. 


Se levanto de su asiento y se dirigió al cuarto de su hermana, las dos jugaban muy amistosa mente, no puede negar que hubo un momento en que le dio miedo de como podía reaccionar Maite al enterarse de que su hermana no podía caminar. Pero cuando hablo Maite, ese miedo desapareció, ella la aceptaba tal y como era. Era maravilloso como una pequeña de 7 años fuera tan hermosa por dentro y también por fuera

Continuara

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