sábado, 24 de mayo de 2014

Capitulo 11


Lo inventó. Seguro lo hizo. Seguro no quería ir con él y se inventó un pretendiente falso. Dios mi madre.
Me acerqué a ella un poco más. Abarcando el espacio que había dejado mi padre.
-¿Por qué le mentiste? –Preguntó.
-No le he mentido.


 Benajmin me invitó hace mucho. Estaba pensando en rechazar la invitación, pero prefiero ir con él a ir con Peter. Además no quiero ir sola. Es deprimente hacer el mal tercio con Cande y Agustin y ahora que Nico y Euge van ir juntos con mucha más razón. –Presioné mis puños contra la mesa ¿Cómo puede ser tan egoísta?
-¡No es justo! –Dije. Ella me miró como si estuviera loca- Peter es muy lindo. –Ella rodó los ojos.
-Entonces ¿por qué no sales tú con él? Tú le gustas más. –Se volvió hacia la comido en su plato.
-No. Yo no le gusto, tú sí. –Me acerqué un poco más- Lali tú… -Traté de decirle algo que la alentara pero fui interrumpida por mi padre.
-Allegra. –Estaba parado atrás de nosotros- debemos hablar. –dijo. Lo miré mal.
-Sí. Claro. –Me levanté y él me llevó a un lugar alejado. Prácticamente afuera de la cafetería.
-Dime por favor que solo la inventó para no ir conmigo. –Dijo. Parecía algo irritado.
-No. El tal Amadeo es real. –Dije cruzada de brazos. Él me tomó por los hombros.
-Ella no puede ir con él. No puede, no puedo dejar que lo haga. –Me empezaba a asustar. Papá parecía preocupado y estresado.
-¿Qué pasa? –Le pregunté. Él me soltó.
-Benjamin Amadeo tiene una orden de restricción de una chica de North High. Intentó violarla. Lali es su tipo. Una típica chica insegura, que no se sabe hermosa por mucho que lo sea. Lo conozco, lo expulsaron mucho antes de que Lali se mudara. –Papá caminaba de un lado al otro. Estaba preocupado. Y ahora yo estaba más preocupada.
-¿Qué? No podemos permitir que la toque. –Papá se detuvo bruscamente.
-No. Él no la tocará, me encargaré de que no lo haga. Es que si le pone una mano encima le parto la cara y le parto todo. –Papá estaba furioso- No puedo creer que me haya rechazado solo por ir con Amadeo . Como si fuera mejor que yo, como si fuera más guapo, como si… ¿Tú crees que a ella en serio le gusta? –Se detuvo un momento y me miró.
-Que va. Solo aceptó porque no quiere ir sola. Además te tiene una fobia exagerada. –Él rodó los ojos.
-Esa chica cada vez me importa más. Es la única que se ha atrevido a rechazarme. No sé por qué pero necesito que se fije en mí. –Sonreí.
-Y lo hará. Te lo prometo. –Me acerqué. Él pegó su espalda de los casilleros y se deslizó hasta el suelo.
-Sabes. Ella es la única que no ve al falso Peter encantador. Ella me odia, tal vez es la única que logra ver que es solo un disfraz. –Me senté a su lado en el piso.
-¿El falso Peter? -Él sonrió mirando al piso.
-Esto es solo un disfraz. Yo no soy perfecto como todos creen. Lali lo sabe, ella lo ve. Pero tampoco se ha dado la tarea de conocer al verdadero Peter. –Yo reí un poco.
-¿Y cómo es el verdadero Peter? –Pregunté.
-Todo un nerd. –Yo reí alto. Él me sonrió. Traté de desviar la mirada pero él giró mi cara y presionó sus labios contra los míos. En el momento en que lo hizo se alejó como si mis labios estuvieran en llamas. Lo miré con los ojos abiertos, él parecía aterrado.
-¡Oh por Dios! –Exclamó luego de un minuto de silencio- No te ofendas pero fue horrible.
-Te comprendo.
-Fue como si besara a mi madre o a mi hermana. Fue tan… incestuoso. –Reí nerviosamente.
-Sí lo fue. –No fue hasta que giré mi cara que vi a mi madre en la puerta de la cafetería con la mirada perdida en nosotros- Oh no. –Ella empezó a correr hacia el baño. Yo me levanté sin avisar y la seguí mientras gritaba su nombre.
-¡Lali! –Grité al llegar al baño, estaba encerrada en un cubículo- Lali. Lo sé. Lo he arruinado todo. Pero él no me gusta. El beso fue horrible, él mismo lo dijo.
-Cállate ¿sí? –Ella salió del cubículo dando un portazo estruendoso.
-Lo siento.
-¿Por qué lo haces? –Se giró a verme- ¿Por qué me dices todas esas cosas acerca de Peter? ¿Por qué insistes en hacer crecer esa estúpida esperanza? –Ella se miró en el espejo- Él me gustaba sabes. –Sus lágrimas corrían por sus mejillas ruborizadas- Cuando llegué a esta escuela era una del montón. Esperando que Peter Lanzani se fijara en mí. Suspirando por él. Mirándolo fijamente hasta que él se diera cuenta y tuviera que dejar de hacerlo. –Ella secó esas lágrimas- pero luego me di cuenta de que no pasaría. Empecé a verle el lado a malo a Lanzani. Él no es quien dice ser, es solo un tonto que gusta de complacer a los demás. –Abrió el grifo y se lavó la cara.
Mamá jamás me había dicho eso. Jamás me había contado esa parte de la historia. Me acerqué a ella y acaricié sus hombros. Seguía contemplándose en el espejo.
-Lamento haberlo besado. Créeme, tú le gustas. –Ella rió sarcásticamente.
-No a él le gustan las chicas como tú; bonitas, interesantes, valientes. –Su tono de voz se quebraba. La giré y la hice verme a los ojos.
-¡No! Mírame Lali. Tú eres todo eso y mucho más; eres bonita, interesante, valiente, inteligente, carismática, tierna. Cualquier chica mataría por tener esa sonrisa y esa mirada, cualquiera mataría por poder hacer esos pucheros y caras de perrito triste tan convincentes que dan ganas de darte todo. –Escupí todas esas verdades en su cara. Tal vez cambie algunas cosas en el futuro pero esto es lo que haré ahora, le daré ánimos a mi madre. La convertiré en la chica segura que siempre debió ser.
-¿En serio crees todo eso? –Me preguntó mirando el piso.
-Sí. –La abracé muy fuerte. Por unos minutos estuvimos así, ella sollozaba en mi hombro y yo acariciaba su cabello.
-Chicas… -Papá apareció algo avergonzado por la puerta del baño- ¿Estás bien Lali? –Mamá levantó la mirada, no sin antes secar fuertemente sus lágrimas.
-Sí. No tienes nada de qué preocuparte. –Mamá tomó su bolso que descansaba a un lado del lavamanos.
-Oye acerca de lo que pasó afuera…
-¿Qué pasó afuera? –Mamá lo miró con una ceja levantada.
-Nada supongo.
-Genial. Me tengo que ir. Debo arreglarme para la fiesta. –Dijo con una sonrisa fingida. Trató de salir pero papá se atravesó en su camino.
-Tenemos que hablar acerca de eso. –Ella lo miró como si estuviera loco-. No irás con Amadeo –Dijo de forma imperativa. Mamá se rió en su cara.
-Yo… iré por allá. –Salí del baño pero solo para pegar la oreja a la puerta. Después de la metida de pata de hace un rato no me puedo arriesgar.

Continuara.........

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